Las calaveritas de dulce o chocolate son una de las figuras más representativas en la celebración del Día de Muertos, con sus coloridos diseños, tamaños y formas son parte de la bella tradición al ser colocadas año con año en las ofrendas que familias mexicanas colocan en memoria de sus difuntos.
Esta tradición tiene su origen en la época prehispánica, en la cual, los mexicas colocaban cráneos en el tzompantli, un altar, con la finalidad de honrar a los dioses.
Actualmente, cada figura es decorada de diferentes colores y su presencia en la ofrenda recuerda a aquellas personas que se han ido al mundo espiritual, lo que hace que su significado sea uno de los más valorados en el altar.
Esta costumbre simboliza amor y reunión entre las personas en el mundo terrenal y espiritual, pero también es una rica decoración al estar hecha de diferentes materiales, siendo las principales de dulce, amaranto y chocolate.
Pero qué hay detrás de la realización, de los artesanos que hacen posible que las figuras lleguen a cada una de las ofrendas de los hogares mexicanos. A pocos días de que sean colocadas, los productores están listos para arrancar con la venta de cada una de las piezas hechas con esfuerzo, paciencia y un toque de amor, y es que este trabajo para para muchos artesanos se ha convertido en algo más que una ocupación.
Tal es el caso de Guadalupe Maldonado, una artesana originaria de Xochimilco, quien tiene 22 años perfeccionando de forma autodidacta sus técnicas para la elaboración de personajes de temporada.
“Mi alma está en esas figuras, yo empecé trabajando por dinero y termine apasionada con mi trabajo”, señaló.
En un pequeño taller, adaptado por ella misma y con apoyo de sus familiares, destacan las figuras representativas de la época, calaveras de todos los tamaños, hechas de chocolate de leche, semi amargo y blanco. Algunas con decorados de dulce.
Su trabajo comienza a finales de mayo, con recorte de papel y posteriormente empieza a crear las piezas. La señora Guadalupe platicó que trabaja con moldes transparentes, a los que se les da color con chocolate, a cierta temperatura. Una vez que el chocolate cubre la mayoría de las formas, debe ser refrigerado. Al finalizar el tiempo, el desmoldar es la parte más difícil para ella, puesto que en ocasiones la figura se quiebra y hay que volver a empezar.
Cuando la pieza está sólida y cuenta con la forma requerida, los colores y diseños son el trabajo más elaborado, pues hay que irlo colocando poco a poco.
“Yo me enamoró de cada figura, y son muchas. Pero cada una lleva un toque, algo bonito, algo especial, 'ah, es que este ojo quedo chueco', lo quito, si uno quedo bizco, lo quito; así tenga que desbaratar la pieza, no importa. Lo quito inmediatamente, y volvemos a empezar, porque todo debe de estar hecho con calidad, limpieza, calidad y sobre todo cariño”, expresó Guadalupe Maldonado.
Al ser independiente, al final del mes elabora alrededor de 2 mil piezas. Los precios de sus figuras van de los 10 hasta los 250 pesos. Podrás conseguir, una de sus piezas cuando sea colocada la Romería de Día de Muertos en la explanada de la alcaldía Xochimilco.
Encontrarás las características calaveras con forma de cráneo, pero también una sorprendente variedad de figuras de personajes como los personajes de Coco, una tierna bruja, momia, zombie, hasta Jack.